Elección del tipo de barrera contra el gas radón, según la tipología de edificio u actuación

Desde BMI, ofrecemos dos tipos de soluciones de barreras de protección frente al gas radón: las barreras de protección bituminosas y las barreras de protección sintéticas. Ambos tipos de barreras pueden usarse en obra nueva o rehabilitación, en zona I o zona II, edificios residenciales o no residenciales (uso logístico, terciario, oficina, comercial, industrial, sanitario, educativo, etc). 

En este artículo, aprenderemos a diferenciar ambos tipos de barreras, y aportamos una serie de recomendaciones para utilizar una u otra tipología de barrera de protección.

Barreras de protección de tipo lámina bituminosa.

Las barreras contra radón de tipo lámina bituminosa están formadas por la unión en longitudinal y transversal de rollos de láminas asfálticas de betún modificado. Las cuales forman una superficie continua con la que recubren las caras interiores o exteriores de los cerramientos en contacto con el terreno. Dichas láminas, pueden ser de betún modificado con elastómeros o plastómeros, de aplicación con soplete de llama o autoadhesivas, con o sin armadura de film de aluminio. 

Desde BMI contamos con las siguientes láminas para su uso como barrera de protección contra radón:

• Lámina POLITABER® COMBI 40, lámina de betún modificado con elastómeros SBS, de 4 kg/m², con armadura de poliéster reforzado, con cara inferior y superior terminada en film de polietileno. Ensayo plegabilidad -15ºC, según EN 1109. Coeficiente de difusión del radón 0,7x10^-11 m²/s ± 0,2x10^-11 m²/s y espesor 2,8 mm (-5 + 10%). Dimensiones de los rollos 1 x 10 m. Aplicación con soplete de llama. Lámina con marcado CE según EN 13969. 

• Lámina POLITABER® COMBI 48, lámina de betún modificado con elastómeros SBS, de 4,8 kg/m², con armadura de poliéster reforzado, con cara inferior y superior terminada en film de polietileno. Coeficiente de difusión del radón 0,46 x10^-11 m²/s ± 0,2x10^-11 m²/s y espesor 3,3 mm (-5 + 10%). Dimensiones de los rollos 1 x 8 m. Aplicación con soplete de llama. Lámina con marcado CE. Lámina con marcado CE según EN 13969. 

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  Lámina POLITABER® PARKING 48, lámina de betún modificado con elastómeros SBS, de 4,8 kg/m², con armadura de poliéster reforzado, con cara inferior y superior terminada en geotextil de poliéster. Coeficiente de difusión del radón 0,48 x10^-11 m²/s ± 0,2x10^-11 m²/s y espesor 3,3 mm (-5 + 10%). Dimensiones de los rollos 1 x 8 m. Aplicación con soplete de llama. Lámina con marcado CE según EN 13969. 
  
  

• Lámina POLITABER® AUTOADHESIVA ANTI RADÓN, lámina de betún modificado con elastómeros SBS, de 1,5 kg/m², con film siliconado en su cara inferior y cara superior con armadura exterior de film de aluminio-poliéster. Coeficiente de difusión del radón < 1x10^-13 m²/s  y espesor 1,2 mm (-5 + 10%). Dimensiones de los rollos 1 x 20 m. Aplicación autoadhesiva, sin soplete de llama. Lámina con marcado CE según EN 13707. 

• Lámina ChovAPLAST® ALUM BV 30 E2, lámina de betún aditivado con plastómeros APP de 3,0 kg/m2, con armadura de film de aluminio, con cara inferior y superior terminada en film de polietileno. Coeficiente de difusión del radón < 1x10^-13 m²/s y espesor ≥ 2 mm. Dimensiones de los rollos 1 x 12 m. Aplicación con soplete de llama. Lámina con marcado CE según EN 13970. 

Dichas láminas pueden aplicarse totalmente adheridas (con soplete de llama o autoadhesivas) , o de forma flotante (sólo adheridas en solapes longitudinales y transversales) con respecto al soporte, según el tipo de actuación. Los solapes se realizan superponiendo un mínimo de 8 ± 1 cm longitudinal y transversalmente. A excepción de los solapes transversales de las láminas autoadhesivas y con cara superior con geotextil, que serán de 10 ± 1 cm. Sellándose con la aplicación de soplete de llama o por presión manual en caso de láminas autoadhesivas. Los refuerzos necesarios se realizan con bandas o piezas obtenidas de las propias láminas mediante el corte de las mismas. 

Barreras de protección de tipo sintética

Las barreras contra radón de tipo sintéticas están formadas por la unión en longitudinal y transversal de rollos de láminas sintéticas. Concretamente, desde BMI, ofrecemos soluciones de protección mediante el uso de láminas MONARFLEX RBM 400 y sus complementos. Los cuales forman un sistema efectivo de protección. Compuesto por:

• Lámina Monarflex RBM 400 es una lámina de color rojo conformada por tres capas de polietileno virgen de baja densidad (LDPE), reforzada con una armadura de poliéster intermedia de alta resistencia. Coeficiente de difusión del radón < 1x10^-11 m²/s y espesor        ≥ 0,4 mm. Dimensiones de los rollos 2 x 25 m ó 4 x 25 m. Aplicación sin soplete de llama. Lámina con marcado CE según EN 13967. 
  

• Geobutyl Tape, sellador de butilo no curado, autoadhesivo de doble cara, de 2 mm de espesor, color negro, de 30 mm de anchura y 25 m de longitud.. Utilizado para el sellado de los solapes longitudinales y transversales de la lámina Monarflex RBM 400, de ≥ 15 cm de anchura. 

• Radon multitape, cinta selladora a base de caucho sintético en color gris, libre de disolventes y adhesiva por una sola cara. De 0.6 mm de espesor, se presenta en rollos de 80 mm de ancho por 20 m de largo. Se utiliza para la entrega y sellado de la lámina Monarflex RBM 400 con los paramentos y el sellado de puntos singulares como tubos y elementos salientes, etc. Garantizando una unión estanca con la mayoría de soportes de construcción (hormigón, mortero, PVC, polietileno, metal, …). 
  

Sistemas de protección bituminosos y sistemas sintéticos. Recomendaciones. 

Según la tipología de actuación, podemos recomendar una barrera de protección de tipo bituminoso o de tipo sintético con Monarflex RBM 400. 

Sistemas de protección bituminosos. Recomendaciones.

De forma general, recomendamos barreras de protección bituminosas para la protección de locales habitables de edificios de uso residencial, tanto en obra nueva como en rehabilitación. Entre los motivos principales destacan la utilización de estos productos en la impermeabilización y protección de la humedad de suelos y muros enterrados, el know-how y experiencia de aplicación por parte de empresas  instaladoras, y resto de agentes del sector, así como la elevada disponibilidad de producto. 

También recomendamos soluciones bituminosas de protección de radón, en el caso de muros enterrados, tanto por el exterior (obra nueva) como por el interior (rehabilitación), debido a su colocación adherida sobre la totalidad del soporte (con soplete de llama o láminas autoadhesivas), lo que le confiere una mayor estabilidad a la barrera que si se tratara de soluciones no adheridas. 

Además, para edificios residenciales ubicados en zona II del apéndice B del DB HS 6, con un riesgo de exposición elevado al gas radón, en obra nueva o rehabilitación, se recomiendan láminas con compuestos de aluminio, tanto en su interior, láminas ChovAPLAST® ALUM BV 30 E2, como en su cara exterior, lámina POLITABER® AUTOADHESIVA ANTI-RADON. Debido a que el film de aluminio es un material muy resistente al paso de este gas. Se podrán utilizar estas soluciones, siempre que no haya una presencia de nivel freático constante en el subsuelo

Por último, cuando la barrera de radón, esté permanentemente en contacto con el agua del subsuelo o nivel freático (incluyendo sus variaciones estacionales), tanto para zona I como zona II, se deberán utilizar barreras de protección bituminosas certificadas con el marcado CE para impermeabilización de estructuras enterradas, norma EN 13969. Estos son los productos POLITABER® COMBI 40, POLITABER® COMBI 48, y POLITABER® PARKING 48. Además, en el caso de muros enterrados en presencia de nivel freático, se deberá evitar la perforación de la barrera con fijaciones mecánicas propias de la colocación de láminas drenantes con geotextil, (láminas ChovADREN® DD o similar) o la colocación de aislantes de poliestireno extruído XPS, (ChovAFOAM® 250 H o similar). Debiéndose adoptar soluciones de colocación de estos elementos mediante adhesivos o  colas de contacto homologadas por el Departamento Técnico de BMI, las cuales están exentas o con una muy baja concentración de disolventes que puedan dañar las láminas.

Sistemas de protección con Monarflex RBM 400. Recomendaciones.

Dicho lo anterior, cuando se trata de la protección de edificios de uso no residencial (naves logísticas, supermercados, centros comerciales, hospitales, …) de forma general, recomendamos proteger dichos recintos mediante la colocación del sistema Monarflex RBM 400, que debido a su sencilla y rápida instalación, reduce los tiempos de ejecución de la barrera de protección frente a las soluciones bituminosas, con el consecuente ahorro económico en el suministro y colocación de dicha unidad de obra.

Por ejemplo, soleras a proteger con unas dimensiones en planta superiores a 2000 m², tratándose de superficies mayormente diáfanas. Dondé la presentación del producto en rollos de 50 m² (2 x 25 m) adquiere una especial relevancia en la competitividad y eficiencia del proceso de instalación con respecto a las barreras de protección bituminosas. También cabe la posibilidad de suministrar el producto en rollos de 100 m² (4 x 25 m) para una mayor eficiencia del proceso de aplicación. 

Por otra parte, debido a la alta resistencia al punzonamiento de las láminas Monarflex RBM 400, debido a su diseño tricapa de polietileno virgen más malla de poliéster, estas láminas, son especialmente competitivas al posibilitar la instalación de las mismas sobre una capa geotextil colocada sobre zahorra o relleno granular. Gracias a la elevada resistencia al punzonamiento de la propia lámina Monarflex RBM 400. Para más detalles de esta aplicación, y referencia de obras con dicha configuración, contactad con Departamento Técnico de BMI. 

Conclusión

Comentar que las reflexiones anteriores, son unas pautas orientativas para los proyectistas en su misión de encontrar la solución óptima. 

Por último, añadir que estas soluciones pueden combinarse entre sí, siempre que los condicionantes de la actuación lo permitan. Por ejemplo, una nave logística semi-enterrada, puede adoptar una barrera bituminosa adherida y colocada por la cara exterior de los muros (trasdós), y una protección de la entrada de radón por la solera mediante el uso del sistema  Monarflex RBM 400. Resultando en una optimización técnico-económica de la solución constructiva. Para el beneficio de la propiedad y resto de agentes implicados en el proceso. 

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