Todos somos conscientes de que las tareas que se realizan a más de 2 metros de altura necesitan de unos medios de protección para prevenir accidentes laborales graves por caídas. De hecho, quienes realizan este tipo de actividades están acostumbrados a utilizar un arnés de protección individual. Lo que no todos tienen claro es ¿dónde debe fijarse ese arnés?
Un sistema útil para garantizar tu seguridad es la instalación de la línea de vida.
Este es el nombre comercial, sin embargo, nos estamos refiriendo a los sistemas de anclaje rígidos o flexibles que vemos situados en zonas altas de cualquier empresa, edificio, equipación o maquinaria, en cubiertas planas, inclinadas, tejados, etc. y son usadas en mantenimiento industrial, fábricas y edificios para que los operarios puedan trabajar en altura sin miedo a perder la vida en caso de caída o accidente.
Su función es garantizar que, ante un accidente por caída en altura, el trabajador quede colgado de su arnés gracias a este sistema de conexión, intentando evitar daños corporales importantes.
El dispositivo de anclaje Clase C o Línea de Vida forma parte, al igual que los demás tipos de dispositivos de anclaje, de uno de los tres elementos fundamentales de la protección contra el riesgo de caída mediante protección individual. En cualquier caso, los tres elementos deben ser utilizados juntos, y cada uno de sus componentes deberá ser diseñado, fabricado, instalado y utilizado según la reglamentación vigente, prestando especial atención a la compatibilidad de equipos.
Desde el punto de vista funcional, podemos decir que es un dispositivo de anclaje que permite a al usuario equipado de un arnés y un equipo de protección, desplazarse a lo largo del recorrido del dispositivo de anclaje estando siempre conectado.
De acuerdo con la reglamentación vigente, los desniveles, huecos y aberturas con un riesgo de caída superior a 2m respecto de la superficie a la que se pueda caer, requiere la protección contra caídas de altura; ello no significa que cuando se trabaje en alturas inferiores no deban utilizarse los medios y equipos adecuados para cada caso.
La colocación de estos dispositivos es muy recomendable en todas las instalaciones y edificaciones que requieran un mantenimiento y que supongan intervenciones con riesgo de caída en altura como pueden ser:
Cubiertas de edificios y naves industriales.
Limpieza y mantenimiento de fachadas, cubiertas y marquesinas de edificios.
Obras de construcción.
La mejor forma de asegurar la función correcta de estos dispositivos es utilizar sistemas que cumplan con los requisitos de la norma UNE-EN 795 y que mejor se adapten a las necesidades particulares de cada situación.
A continuación, se muestran distintas formas de montar la línea de vida según las características de las cubiertas:
Diseños variables y diseño óptimo para la zona que se debe proteger:
Líneas para el acceso montadas desde el punto de acceso previsto:
Instalación en cubierta con obstáculos:
Distancia de seguridad entre el cable y la superficie de la cubierta:
Los usuarios de la línea de anclaje deben conocer el procedimiento de trabajo para cada situación concreta, la necesidad de utilización de un punto de anclaje móvil en su caso, los equipos de conexión compatibles con la línea para esa situación y deben estar formados para saber utilizar el sistema anticaída asociado.
Así, los usuarios deben tener formación suficiente y adecuada para el trabajo en altura utilizando sistemas anticaídas y líneas de anclaje, así como tener el conocimiento sobre cómo progresar en la situación con la que se enfrentan.
Por último, recordar que la línea se debe utilizar únicamente para lo que está pensada. No se debe consentir su uso como punto de anclaje para subir cargas ni como punto de anclaje para la cuerda de sujeción de un trabajo en suspensión.
Para más información se puede consultar la Nota Técnica de Prevención 843.